Aunque muchos ya lo sabían, va quedando meridianamente claro que la supuesta «consulta democrática» es una falacia y su único objetivo es conseguir una coartada para amenazar con proclamar la independencia. Da igual que se pretenda elaborar un censo a la medida, que se quiera que voten sin papeles, transeuntes y hasta chavales de 16 años. Todo es una farsa.

Como explicaba El País, el pasado 16 de diciembre, la forma de contabilizar los resultados es una tomadura de pelo. » Esquerra,  empieza a hacer sus cálculos y no logra sacar conclusiones claras, excepto una: la independencia tiene las de ganar.

«La secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, ha dado dos versiones diferentes desde el viernes, y ayer se contradijo con el vicesecretario general de comunicación y estrategia del partido, Oriol Amorós. Tomando las dos preguntas —¿quiere que Cataluña sea un Estado? Y en caso afirmativo, ¿quiere que ese Estado sea independiente?— Esquerra considera que solo hay tres respuestas posibles: un no en la primera, que quita el derecho a votar en la segunda (de lo contrario, según Rovira, el voto será nulo); un sí para pedir un Estado pero un no a que sea independiente; y un sí y sí a la secesión.

Rovira argumentó ayer en una entrevista en TV-3 que debía considerarse vencedora de la consulta “la respuesta que tuviera más votos absolutos”. Un cálculo por el que el independentismo, con el 33,4% de los votos totales, ganaría. La secretaria general, sin embargo, hizo otro cálculo el viernes: aseguró que la primera pregunta quedaba automáticamente excluida en caso de victoria de los partidarios del Estado y el resultado válido del referéndum era el de la segunda, sobre la independencia, sin tener en cuenta el número de votos de todas las opciones.

Este cálculo permitiría a la secesión ganar con el 26% de los votos aunque el no a cambiar el estatus de Cataluña tuviera el 49% de las papeletas en la primera urna.»

Este desprecio, a la lógica y a más de la mitad de los catalanes,  reafirma la advertencia de que esa consulta es una farsa y hace el juego a los responsables del Palau, las ITV o Pretoria, intentando escapar de los tribunales españoles.

Los socialistas deben acabar con sus vacilaciones al respecto, e IU explicar que sacan con dar cobertura a esos estafadores políticos.

Del gobierno de la Nación  solo cabe esperar la aplicación de la ley, con todas sus consecuencias, a quién se la salte.

Carlos Astiz. 2014